¿Me estás siguiendo?- Las palabras salieron de mi boca antes de que pudiera detenerme.
-¿Perdona?- preguntó confundido.
-Te encuentro en casi todos los sitios a los que voy,- contesté sonrojada.
-Bueno, normalmente son las chicas las que me persiguen,- me dijo,- pero contigo podría hacer una excepción.
Otra vez el sonrojo. Él sonrió.- ¿Dónde vas?