Fue entonces cuando
noté el punto verde al lado del nombre de Edward, indicando que
estaba “disponible”.
Resoplé por el doble
sentido. Pero luego mi corazón empezó latir con fuerza en mi pecho.
Si quisiera, podría darle las gracias por la comida de gato. Podría
aceptar su invitación para tomar el “té”. Podría...