Una hora más tarde,
estaba sentada en mi oficina con el pedido de productos agrícolas de
la semana siguiente.
Emmett llamó a la
puerta y asomó la cabeza.
― ¿Qué pasa? ―
pregunté.
Caminó hacia mi mesa
con algo enrollado en la mano.
― Léelo y llora, ―
dijo Emmett, dejando una revista en la mesa. ― Parece que después
de todo tu chico juega para mi equipo. Oh, y soy famoso.
Miré el titular y me
estremecí.
La Diversión Gay
De Edward Cullen Al Otro Lado De Manhattan - ¡Una Exclusiva De Star
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