― ¡Hey, Cullen!
Edward saltó un
kilómetro cuando encontró a Emmett frente a él. ― Tienes papeleo
que hacer, novato, ― dijo Emmett, soltando un montón en su mesa.
― Suena divertido, ―
dijo Edward sarcásticamente, intentando limpiar las telarañas de su
cabeza y volver a meterse en el trabajo. Mirando el tamaño del
montón, Edward cogió su café.
― Y... ¿quién es
ella?
Edward se atragantó
con el café. ― ¿Qué? ― consiguió decir entre toses.
Emmett rio. ― Oh,
vamos. Esto es Forks. Es casi el único trabajo como detective que
tengo y me lo estás poniendo muy fácil.